Eugenia, es una mujer que vivió situaciones muy difíciles en su infancia y adolescencia. Su Padre murió cuando tenía 6 meses de nacida; su madre la abandonó por casi dos años; la familia de su padre la rechazó. A los 10 años fue violada y después de eso fue violada múltiples veces por familiares cercanos. En su adolescencia fue promiscua. A los 18 años conoció al que vino a ser su esposo. Quedó embarazada, nació su primer hijo y después fue rechazada por su esposo y la familia de él.

Ella ha pasado por diferentes procesos de sanidad interior, y ha mejorado mucho, pero no ha logrado superar del todo sus reacciones emocionales. Esa inestabilidad emocional en ella es diagnosticada como TEPT. Todas las circunstancias traumáticas que tuvo que enfrentar, le causan un estrés que la desestabiliza frecuentemente en sus relaciones con otras personas, especialmente con su familia.

Nuestra atención en este caso, se centró primero en concientizar a Eugenia de la presencia del TEPT en su vida emocional y que se trata de algo normal en los seres humanos y se debe a la estructura neuro-emocional de cada persona. Este conocimiento le quito culpabilidad y gran parte del stress.

En segundo lugar establecimos los principios de la palabra de Dios sólidamente en su vida, para que por medio de un proceso de meditación repetida, ella pudiera re-entrenar su mente a vivir sobre una verdad superior a la de los traumas vividos.

Por medio de la meditación permanente en la palabra de Dios, una vida de obediencia al Señor y declarando la verdad de Dios a si misma, Eugenia logró ir disminuyendo su TEPT y ha logrado tener control sobre sus reacciones emocionales en un alto porcentaje.