Cuando nos resulta difícil caminar en fe

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Optimized-MUJER PENSATIVA

Por Viviana Gradito

Para nadie es un secreto que en ocasiones hay situaciones en las que nos sentimos un poco débiles, agobiados y atribulados pero allí, en el fondo de nuestro corazón recordamos las hermosas palabras de amor y misericordia de nuestro Dios que nos dicen, “Tranquilo hijo mío, mi poder se manifiesta donde tú eres débil”.

Como cristianos muchas veces cometemos el error de confundir el cansancio con una vida espiritual fría y alejada de Dios. Puede sucedernos que a veces no contemos con todas las fuerzas porque nos encontramos cansados o débiles, pero ¡CUIDADO! no nos equivoquemos; porque así como Dios le dijo al Apóstol Pablo cuando se encontraba en debilidad, de la misma forma se perfeccionará en nosotros su poder. Querido amigo escucha cómo Dios te dice una vez más: mi poder es notorio cuando la gente es débil.

Tengo un gran testimonio que deseo contar para animarte a permanecer en fe. Hace un par de años me diagnosticaron cáncer, he de decir que las primeras veces me aferré a una palabra del Señor y caminé en fe. Habrás notado que dije “las primeras veces” si, así fue, atravesé por esta prueba tres veces; siempre que parecía estar por terminar, encontraban algo nuevo en mi cuerpo, así que ya la tercera vez, con un notorio desgaste físico a causa de las intervenciones médicas y sicológico, por el esfuerzo constante de mantener mis pensamientos alineados a su voluntad, le expresé a Dios el cansancio que tenía y allí vino a mi corazón este versículo bíblico que hoy te comparto, donde Dios me hacía ver que en mi debilidad Él se iba a hacer notorio. Como puedes darte cuenta, la enfermedad solo me dio un mayor pretexto para glorificar el nombre de mi Cristo.

Recuerda entonces que cuando estamos débiles es cuando más Dios puede manifestarse, porque muchas veces a causa de nuestra fuerza y capacidad le privamos de actuar.

Piensa por un momento en el controvertido relato bíblico de aquel terrateniente que sale a buscar personas para que trabajen en su hacienda a diferentes horas del día, resolviendo pagarle a cada una de ellas la misma cantidad. Imagino a este hombre analizando el corazón de estos trabajadores viendo su necesidad y conforme a ella supliéndola. Los que tenían mejor aspecto para trabajar fueron llevados a primera hora con el señor, luego volvió por otros más. Así lo hizo hasta llegar al final de la jornada a las 5 de la tarde por la última tanda de trabajadores, aquellos que aun esperaban por ser contratados, no podían ser otros diferentes a los que teniendo una gran necesidad veían ese trabajo como su única solución. Bendito amor de Dios que sabiendo nuestra condición siempre llega a tiempo, Él está llamándote a su viña. Aquel que fue a la última hora fue pago como los que trabajaron desde el inicio. Espera, hay un llamado de Dios para ti. El tiene algo que sólo tú puedes hacer.

¿Sabías que la santificación en ocasiones trae debilidad a nuestra vida? Piensa en aquel episodio en el cual Josué circuncida a los hijos de Israel en el camino a Gilgal. Circuncidar es quitar el prepucio, algo como cortar una ligera tela de carne en el miembro masculino. El pueblo de Israel lo hacía por limpieza y mandado de Dios. Para nosotros debe representar el cortar la cobertura propia y los criterios personales.

La santificación no es casual, requiere mucho esfuerzo. Podemos tener meses de bastante trabajo en los cuales es normal agotarnos por el esfuerzo de guardarnos en santidad y consagración. Enhorabuena por mantenerte. Pero recuerda, el Señor continúa diciéndote, bástate en mi gracia porque mi poder se perfecciona en tu debilidad, Dios es quien renueva tus fuerzas.

Si hay una palabra de Dios sobre tu vida debes mantenerte trabajando en ella y en lo que Él te ha dicho. A veces las situaciones no salen como planeamos pero así como Abraham, nosotros tenemos una marca que nos identifica como sus hijos y herederos de su promesa. Si Él está con nosotros, quien contra nosotros.

Muchas veces nuestra relación con Dios no está tan fresca como otros días. Pero nunca eso querrá decir que Él no siga trabajando o esté reteniendo su bendición. Recuerda una cosa, aquel que ha iniciado la buena obra en tu vida, tu casa y tu familia será fiel en completarla.

Datos de la autora

Viviana GraditoViviana Gradito nació y creció en Argentina, donde a través de fuertes encuentros con Dios su corazón fue sellado para caminar una vida de constante búsqueda, consagración y pasión por traer almas a los pies de Jesucristo. Por medio de diversos viajes misioneros fue forjado el camino que le condujo a España, el lugar donde recibiría como misión el trabajar incansablemente por el avance del Evangelio.

Al presente, además de ser una de la predicadoras radiales con mas sintonía en España, es invitada a ministrar en un sinnúmero de Eventos y Congresos a lo largo de Sur América y Europa en países como: Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, Holanda, Bélgica, Suiza e Israel.

Viviana se encuentra liderando un gran Ministerio Misionero llamado “A.C.C.I.O.N.” el cual tiene como propósito fortalecer la Iglesia de Jesucristo en Israel. Por medio de este sueño de Dios por bendecir su Tierra, jóvenes y adultos tienen la oportunidad de dar de gracia lo que de la misma forma han recibido, invirtiendo sus dones y talentos en diferentes congregaciones locales por medio de su visita a Tierra Santa.

Hoy en día Pastorea una de las Iglesias con mayor crecimiento en el Norte de Madrid.
Para más información: https://www.vivianagradito.es/

 

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