La Luz en la oscuridad

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La Luz en la oscuridadLa Navidad es una de las temporadas más alegres del año. Las luces y los villancicos levantan nuestro espíritu, las tarjetas traen saludos, y los niños rebosan de entusiasmo. A lo largo del mes, las familias y los amigos se reúnen para festejar con regalos y comida. Pero para algunas personas, estas fiestas solo hacen que se sientan más aisladas.

Si usted está bregando con alguna pérdida, carga, soledad o aflicción, quiero que sepa que la Navidad es un tiempo para que se regocije. A pesar de que piense que esta celebración puede aumentar su tristeza, la verdad es que la Navidad puede traerle gozo, como lo hizo hace más de 2.000 años. El profeta Isaías se refirió al nacimiento de Jesús, diciendo: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Is 9.6).

En esa primera noche de Navidad, la Luz del mundo nació en un oscuro establo. La mayoría de los israelitas estaban demasiado ocupados como para darse cuenta de lo que sucedió. Pero dos personas, Simón y Ana, lo esperaban con ansias (Lc 2.25-38). Cuando el Mesías niño fue llevado al templo, ambos se acercaron con emoción para ver la “consolación de Israel” con sus propios ojos. La esperanza y el gozo que Cristo trajo a quienes esperan su llegada, también pueden ser suyos hoy.

Aunque su oscuridad pueda ser dolorosa, es la situación perfecta para la Luz. Al igual que los israelitas, muchas personas hoy están demasiado ocupadas para enfocarse en el Salvador. Pero cuando usted está solo en la oscuridad, Él se hace más perceptible. Y eso es exactamente lo que hará el Salvador si usted quita su mirada de todo lo que le esté causando dolor, y se enfoca en Él.

Si usted es creyente en Jesucristo, nunca está realmente solo, porque la Luz del mundo está viviendo en usted. Aférrese a la mano del Salvador, y permita que su luz brille en su corazón. Mi oración es que usted experimente la paz que solamente Él puede dar en esta temporada, y que sea bendecido abundantemente el año que está a las puertas.

Escrito por: Charles Stanley

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