miércoles 30 de julio de 2014 – 11:27 a.m. 260
¿Puede la tecnología sustituir el amor? Obviamente que no. ¿Va a mejorarlo o degradarlo? Esa es la pregunta. Este es un momento precioso, donde el poder del amor más allá de la tecnología…
Los hijos que tenemos son un regalo de Dios.
Los hijos que nos nacen son nuestra recompensa.
Salmos 127:3 (TLA)