No te rindas ante las tormentas de la vida

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dont_give_up_jimmy_vUna de las personalidades mas coloridas en el deporte en los Estados Unidos fue Jim Valvano. Conocido por los fanáticos del deporte a nivel colegial en los Estados Unidos con el apodo de Jimmy V. Algunos lo recuerdan porque en el año 1983 llevó al equipo de la Universidad de Carolina del Norte a conquistar el campeonato nacional de baloncesto colegial. Se destacó por su extraordinario conocimiento como analista de baloncesto, excelente motivador y gran sentido del humor. Sin embargo, la mayoría no lo olvida por el coraje y la fe que demostró ante la enfermedad que lo debilitó durante sus últimos años de su vida.

Jimmy murió el 16 de abril del año 1993, a los 47 años, luego de una larga batalla contra el cáncer. Y aunque fue doloroso verlo partir a tan temprana edad, sus fanáticos lo recuerdan con admiración por la impresionante valentía que exhibió en medio de la crisis.

Unas semanas antes de morir, Jimmy Valvano fue homenajeado públicamente en una ceremonia que fue televisada a nivel nacional. En la misma, pronuncio este discurso:

“Hoy, enfrento una batalla muy diferente. Como ven, tengo problemas en caminar normalmente y no puedo estar de pie por mucho tiempo. El cáncer me ha quitado muchas de las habilidades físicas. El cáncer está atacando y destruyendo mi cuerpo. Pero esta enfermedad no puede tocar mi mente, ni mi corazón, ni mi alma. Tengo fe en Dios y esperanza en que las cosas podrán mejorar para mí. Pero, si eso no ocurre, les aseguro que nunca me daré por vencido. Si el cáncer no me suelta, haré todo lo que pueda par air al cielo. Allí en el cielo trataré de ser el mejor entrenador que jamás hallan visto allá arriba.”

¡Que profundas huellas dejan en nosotros aquellos seres humanos que ante las dificultades de la vida, demuestran valor y coraje! Esas personas nos inspiran. Así lo hizo Jimmy Valvano con muchos de sus seguidores y admiradores.

Lo más hermoso en esta historia es saber de donde Jimmy Valvano recibió ese coraje. La respuesta la dio Jimmy antes de morir: su fe en Dios y su confianza en la fe cristiana que profesaba. Jimmy había puesto su vida en las manos del Señor de la historia y esto le permitió enfrentar cara a cara la agresiva enfermedad que eventualmente le quitó la vida. La fe lo mantuvo firme, y le dio la capacidad de no rendirse ni doblegarse ante el cáncer.

Así se comportan los verdaderos creyentes. Éstos no se rinden ni se arrodillan ante las enfermedades y las tormentas de la vida. Su fe en Dios los sostiene y les da el valor necesario para luchar hasta el final.

Hermosa lección para copiar….los que tienen fe en señor de la vida nunca se dan por vencidos.

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