La pequeña Tania, de seis años de edad, y su papá eran los únicos que seguían despiertos en el automóvil mientras iban de vuelta a casa después de un viaje de campamento familiar. Mientras miraba la luna llena a través de la ventana del vehículo, la niña preguntó: «Papá, ¿crees que yo
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“Decía que las mamás no trabajaban”
Un hombre, por cierto muy meticuloso, decía que las madres no trabajaban tanto. Que los quehaceres de la casa eran poca cosa.
Pero un día se vio obligado a cuidar a la familia, debido a que su esposa había tenido que salir. Decidió escribir una lista de las actividades que realizaba durante
En los brazos de Dios
No creamos que sólo cuando se es niño se puede tener el consuelo de unos brazos que nos alcen cuando nos sentimos tristes o tenemos miedo. Pensemos que aún siendo adultos, esos brazos se extienden para contenernos en los peores momentos.
Lo que Dios juntó…
Al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios… y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. – Marcos 10:6-9.
El árbol de manzanas.
Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope y el le daba sombra. El amaba al árbol y el árbol amaba al niño.
Visita al circo.
Cuando yo era adolescente, en cierta oportunidad estaba con mi padre haciendo fila para comprar entradas para el circo. Al final, solo quedaba una familia entre la ventanilla y nosotros. Esta familia me impresionó mucho. Eran ocho chicos, todos probablemente menores de doce años. Se veía que no tenían mucho dinero.
Las manos fuertes de Dios.
En Génesis, parece que casi toda persona y familia que allí se mencionan es disfuncional. El texto está lleno de relatos de celos, ira, violencia y engaño, y dejan una estela de relaciones dañadas. Incluso Noé, Abraham, Isaac y Jacob -alabados como héroes de la fe en Hebreos 11- muestran un carácter
Sobre sus hombros.
A nuestra familia le gusta dar caminatas y en dichos trayectos hemos tenido algunas grandes aventuras juntos. Pero, cuando nuestros hijos eran pequeños, nuestro entusiasmo nos hacía caminar demasiado rápido y demasiado lejos, y, a menudo, las piernas de los pequeños se agotaban. No podían mantener el paso, a pesar de sus
El Manzano.
Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope comía sus manzanas y tomaba una siesta bajo su sombra.
La montaña negra.
“¡Voy a irme a la Montaña Negra!”, gritó el pequeño Ricardo de cinco años.
“Muy bien, si eso es lo que quieres adelante”, le respondió su madre abriendo la puerta y acompañándolo hasta el pórtico.
Un manto de silencio cayó sobre él. Hacía rato que ya no había sol y la oscuridad
La fe de un niño
La pequeña Tania, de seis años de edad, y su papá eran los únicos que seguían despiertos en el automóvil mientras iban de vuelta a casa después de un viaje de campamento familiar. Mientras miraba la luna llena a través de la ventana del vehículo, la niña preguntó: «Papá, ¿crees que yo
“Decía que las mamás no trabajaban”
Un hombre, por cierto muy meticuloso, decía que las madres no trabajaban tanto. Que los quehaceres de la casa eran poca cosa.
Pero un día se vio obligado a cuidar a la familia, debido a que su esposa había tenido que salir. Decidió escribir una lista de las actividades que realizaba durante
En los brazos de Dios
No creamos que sólo cuando se es niño se puede tener el consuelo de unos brazos que nos alcen cuando nos sentimos tristes o tenemos miedo. Pensemos que aún siendo adultos, esos brazos se extienden para contenernos en los peores momentos.
Lo que Dios juntó…
Al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios… y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. – Marcos 10:6-9.
El árbol de manzanas.
Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope y el le daba sombra. El amaba al árbol y el árbol amaba al niño.
Visita al circo.
Cuando yo era adolescente, en cierta oportunidad estaba con mi padre haciendo fila para comprar entradas para el circo. Al final, solo quedaba una familia entre la ventanilla y nosotros. Esta familia me impresionó mucho. Eran ocho chicos, todos probablemente menores de doce años. Se veía que no tenían mucho dinero.
Las manos fuertes de Dios.
En Génesis, parece que casi toda persona y familia que allí se mencionan es disfuncional. El texto está lleno de relatos de celos, ira, violencia y engaño, y dejan una estela de relaciones dañadas. Incluso Noé, Abraham, Isaac y Jacob -alabados como héroes de la fe en Hebreos 11- muestran un carácter
Sobre sus hombros.
A nuestra familia le gusta dar caminatas y en dichos trayectos hemos tenido algunas grandes aventuras juntos. Pero, cuando nuestros hijos eran pequeños, nuestro entusiasmo nos hacía caminar demasiado rápido y demasiado lejos, y, a menudo, las piernas de los pequeños se agotaban. No podían mantener el paso, a pesar de sus
El Manzano.
Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope comía sus manzanas y tomaba una siesta bajo su sombra.
La montaña negra.
“¡Voy a irme a la Montaña Negra!”, gritó el pequeño Ricardo de cinco años.
“Muy bien, si eso es lo que quieres adelante”, le respondió su madre abriendo la puerta y acompañándolo hasta el pórtico.
Un manto de silencio cayó sobre él. Hacía rato que ya no había sol y la oscuridad