¿Puedes conciliar el sueño cuando estás preocupado?

Compartir

lunes 10 de febrero de 2014 – 07:18 p.m. 64

Hay muchas personas que viven agobiadas por las preocupaciones, siempre están intranquilas y con muchos temores. Viven tan ansiosas que muchas tienen que medicarse para calmarse.

En el libro de los Salmos podemos encontrar una declaración del Rey David que, si lo meditamos,  puede ayudarnos a cambiar las preocupaciones por confianza en Dios: «En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová me haces vivir confiado». Salmos 4:8

Lo curioso de esas declaraciones es que el Rey David escribió estos versículos estando en tiempos de guerra. ¿Puedes imaginar esa escena?; ¿Podría alguien dormir tranquilo sabiendo que su vida corre peligro y que en cualquier momento puede ser atravesado por una espada o una flecha? El  Rey David lo hacía, su declaración era: “porque solo tú, Jehová me haces vivir confiado”. David aprendió a confiar en Dios a pesar de vivir circunstancias adversas.

El Rey David tenía muchas razones para vivir preocupado, pero eso no sucedió. Dormía como un bebé que no le teme a nada  porque sabe que su Padre lo cuidará. Estos versículos también nos enseñan acerca de la confianza que debemos tener en Dios: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús»Filipenses 4:7-8

«Humillaos,  pues,  bajo la poderosa mano de Dios,  para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él,  porque él tiene cuidado de vosotros». 1 Pedro 5:7

¿Las preocupaciones son parte de tu vida y te quitan el sueño? Si es así, entonces tu confianza en Dios está fallando; necesitas aprender a confiar. Él prometió darte paz  si le das a conocer tus preocupaciones, es un compromiso que hizo contigo. Aprende a confiar y verás que no serás defraudado  porque Dios es fiel a sus promesas y tendrás la paz que necesitas.

¡Duerme tranquilo y comienza a confiar!

Por: Shirley Chambi

Compartir