Si hoy caminas triste y solitario, porque una pena te acongoja y nadie te comprende. Los segundos se han convertido en minutos, y los minutos en horas y las horas en días, y los días en meses. El tiempo parece haberse detenido, y para ti no hay consuelo de un amigo.
Solo puedes escuchar tu llanto profundo en el silencio. Hace muchos años hubo una persona como tú. Las multitudes lo seguían para recibir su bendición. Sus amistades más íntimas en su hora más oscura le abandonaron. Por no entender su hermosa misión en un madero lo colgaron. Desde aquella cruz por sus enemigos el perdón suplicó.
Este personaje se llama Jesús, el varón de dolores. Dios en estos días te habla de muchas maneras, pero estás tan ocupado escucharle. Si le has escuchado por qué no le obedeces, ¿qué esperas? ¿Quieres que las cosas se pongan peor para buscarle?
Si Dios te ha bendecido a manos llenas, ¿quieres quedarte con las manos vacías para valorar lo que has perdido? ¿Por qué no buscas a Dios por las buenas? El amor a la fuerza no vale, pero la obediencia por amor es mucho mejor.
Busca a Dios antes que su paciencia se acabe, y sufras las consecuencias de tu grave error. Entrégale hoy tu tristeza y soledad e invítale a tu corazón a morar. Desde el momento que lo hagas el Salvador y dueño de tu vida, te darás cuenta que Jesús contigo siempre camina.
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Muchas gracias. Atte. Rev. J Javier Salinas
PD. Pronto ha de llegar nuestro atardecer. Así como hayamos vivido la vida pasaremos a la eternidad. No podremos echar atrás, pues habremos sellado nuestro eterno destino. Los que hayan muerto sin Cristo pasarán a los tormentos de su descuido. Alma sin Cristo, acepta la invitación que te hace el Salvador. Porque los que mueren en Cristo pasarán de muerte a vida.