Un mensaje para el cansado

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Optimized-cansadoEra el mes de agosto de 1930 y un inusual evento tomó lugar en el estado de Nueva York. En una noche común y normal, Joseph Crater, juez de la Corte Suprema de Justicia de Nueva York, cenaba con algunos amigos. Pero, luego de terminar la cena hizo algo muy extraño; se despidió de sus amigos, se montó en un taxi y nunca más se supo de él. De forma extremadamente misteriosa el juez desapareció para siempre.

Muchos son los relatos, rumores y hasta leyendas urbanas que ha generado la desaparición del juez. Inicialmente, se pensó que estaba relacionado a la profesión de Joseph, ya que él había intervenido en algunos casos de criminales y mafiosos de la época. Pero, aunque había sospechas, nunca pudo comprobarse que la desaparición haya tenido algún vínculo con el bajo mundo.

Una pista interesante en este caso fue un nota que encontró la esposa del desaparecido juez que decía así: “Estoy cansado, muy cansado. Los amo Joseph”. Según algunos reportes de la época esto fue lo último que se supo del juez Crater: una nota donde él afirmaba estar cansado.

A pesar de que han pasado muchos años, todavía la desaparición de Joseph Crater representa un caso abierto en los archivos del FBI.

La nota asociada con la misteriosa desaparición del Crater me recuerda la realidad de muchos seres humanos: se sienten, cansados, drenados y exhaustos. Las situaciones difíciles los han secado, mental, sicológica y hasta espiritualmente. Están tan cansados que en ocasiones desaparecen del escenario. Es decir, huyen de sus familias, de relaciones, de sus trabajos y hasta de las iglesias. Se esfuman y desaparecen sin dejar huellas o pistas.

Para ellos tengo una buena noticia. Hace dos mil años el Maestro, Señor y gran Pastor Jesús hizo una extraordinaria invitación a aquellos que se sientan frustrados y drenados por los problemas de la vida: Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Mateo 11:28

 

Jesús ofrece descanso y alivio a todos aquellos que viven cargados por causa de las dificultades y complejidades de la vida. Su descanso refresca el alma, inyecta una paz mental que excede todo conocimiento, aclara la mente, resucita la esperanza y levanta el ánimo para que podamos reanudar el viaje.

Si has perdido tu fuerza física, mental o espiritual acepta la invitación de Jesús…él te hará descansar.

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