Dios Salva América
Remar en el mar profundo y agitado de los infortunios puede ser muy desgastador para la mente, el cuerpo y el bolsillo. Dependiendo de la prueba y el tiempo que dure, en la prueba tenemos otros contrincantes invisibles que luchan para hacernos perder el equilibrio y la perspectiva que debemos tener en los momentos que nos sacan de la zona de seguridad a la que estamos acostumbrados. Si no estamos bien cimentados en la oración y en el conocimiento de la Santa Biblia. Seremos atacados con furia e insistencia por los rivales de la paz, la confianza, y la esperanza de los que caminan con Dios. Esto viene a hacer de nuestra situación emocional y espiritual mucho más intolerable. Si no conocemos las promesas de Dios para los tiempos de crisis, el Espíritu Santo no tiene de donde recordarnos sus promesas. (Oír otro Podcast en Radio Dios Salva América)
La oración nos prepara para los tiempos de tribulación; nos proporciona el poder y la gracia para aceptar con resignación los planes y propósitos de Dios. El Apóstol San Pablo después de haber pasado por una serie de contratiempos muy difíciles de sobrellevar, llegó a la conclusión del por qué Dios había permitido en su vida momentos tan peligrosos. Él dijo en 2 Cor. 1:8-9 NVI “Hermanos, no queremos que desconozca las aflicciones que sufrimos… Estábamos tan agobiados bajo tanta presión que hasta perdimos la esperanza de salir con vida: 9. nos sentíamos como sentenciados a muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismo sino en Dios,” Sufre con paciencia y espera en Dios, porque cuando llegue su momento serás exaltado a una nueva dimensión espiritual.
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PD. No he dejado de orar por ti. ¡Animo, en la vida nada es eterno! Se acerca un NUEVO AMANECER para el pueblo del Señor.
